Hola luniviajer@!🙋🏼♀️ Hoy te traigo un post que combina el turismo de sol y playa con el turismo cultural. ¿Conoces la villa romana dels Munts, en Altafulla (Tarragona)? ¿No?. Pues yo te la voy a descubrir, sigue leyendo😎.
Si ya me conoces un poco, sabrás lo mucho que me gusta visitar yacimientos arqueológicos, así que hace un par de semanas, aprovechando que Didac y yo íbamos a Cunit (Tarragona), nos pasamos primero por Altafulla para visitar la villa romana dels Munts, a unos 35 km de Cunit y a 14 de Tarragona.
Tabla de contenidos
Antes de empezar
Nosotros vivimos en Tarrasa y fuimos en coche🚗 por autopista de peaje porque el caminito hasta la mitad del camino es un poco sinuoso y a mi no me molan mucho las curvas 😅. El peaje nos costó 5,90€ y tardamos una hora y cuarto más o menos.
Un poco de historia de la villa romana
Este yacimiento se localiza en una colina entre los términos municipales de Altafulla y Cap Roig. Se trata de una villa romana residencial situada en un punto estratégico entre la costa y parte de la vía Augusta que conectaba Tarraco con Barcino.
Gracias a numerosas excavaciones se ha podido saber que este conjunto residencial existe desde la época augustea (siglo I d. C.), y tuvo un uso dedicado a la explotación de los recursos provenientes de las tierras más cercanas. Asimismo, solo se han preservado restos vinculados a las zonas de carácter productivo: prensas, depósitos y espacio de almacenamiento.
La parte destinada a la agricultura se encontraba muy cerca a la vía Augusta y se extendía por una gran superficie de terreno, siendo el río Gaiá el principal proveedor de agua.
Existen evidencias de un sistema de riego en la parte norte de la parcela: depósitos y cisternas (que veremos más adelante).
La villa, a mediados del siglo II, fue objeto de distintas reformas y ostentosas ampliaciones ordenadas por el señor de la domus del momento, Caius Valerius Avitus, duumvir (alto cargo romano de la administración pública, vamos, lo que viene siendo un funcionario de toda la vida) de Tarraco.
Se tienen datos que indican que durante el invierno del año 122-123 d. C., el emperador Adriano visitó Tarraco, y durante su estancia, presidió el Concilio Provincial y restauró el templo de Augusto.
La ubicación de esta residencia respecto a Tarraco, sus grandes dimensiones, la decoración lujosa y el hallazgo de una estatua representativa de Antínous (amante predilecto de Adriano), son algunas de las pruebas que posibilitan el planteamiento de la hipótesis de que el emperador se alojó aquí, en la villa.
A finales del siglo III, la villa fue abandonada a causa de un gran incendio que puso fin a las funciones residenciales de la villa. Sin embargo, las actividades agrícolas que allí tenían lugar siguiendo desarrollándose hasta los siglos VI-VII.
Actualmente, la villa forma parte del conjunto arqueológico de Tarraco, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000.
Conoce la villa romana dels Munts
El yacimiento arqueológico dispone de un pequeño centro de interpretación/museo donde se exponen algunas piezas encontradas en la villa y la explicación de la misma.
Además, en la recepción te ofrecen un mapa indicativo de la residencia donde viene explicado la función de cada una de las estancias conservadas.
Empezamos el recorrido por la villa romana
Lo primero que nos indica el mapa del recorrido es el hortus (jardín principal) de la finca. En aquel momento estaría ordenado en terrazas y decorado con fuentes.
Después podemos ver en un muy buen estado el peristilum formado por un estanque central y rodeado por un pórtico pavimentado con mosaicos. Por aquí se accedía a las habitaciones de la planta noble y al pasillo semienterrado que conducía hasta los baños meridionales.
Como ya he mencionado anteriormente, los propietarios de la villa a lo largo del siglo II fueron Caius Valerius Avitus y su esposa Faustina, quienes ordenaron construir una cisterna para abastecer de agua a una fuente situada en una antecámara, y para también suministrar de agua a la residencia.
Se han encontrado dos tipos de cisterna, la Tartana, que forma parte de un edificio con más depósitos cubiertos con bóveda de cañón.
Y otra cisterna de grandes dimensiones con ocho ámbitos, que claramente indica la importancia de abastecer de agua la villa (subsistencia, termas, jardines...).
Después pasamos a ver un poco el interior de la residencia compuesto primero por un pasillo semienterrado y pavimentado con mosaico policromado y pinturas murales que da acceso a algunas de las habitaciones.
En la parte derecha se encontraba el triclinium (comedor) compuesto por dos salitas de menor tamaño y una principal donde se harían los banquetes. Estaría decorada con mosaicos y unas siete fuentes pequeñas.
Al lado del triclinium se ha descubierto el mitreo, un edificio de culto dedicado al dios Mitro, una divinidad oriental y mística muy conocida en todo el Imperio romano. En la necrópolis romana de Carmona (Sevilla) encontramos un santuario dedicado a este dios.
Para pasar al otro lado de la villa, donde se encuentran las termas y los baños, se pasaba por un pasillo que comunicaba ambas partes de la finca.
Termas privadas de la villa
Las termas se construyeron en dos fases: siglo I y mitad del siglo II d. C. Hoy día son las más grandes encontradas en Cataluña, y gracias al buen estado de conservación de estas, se pueden apreciar las principales zonas.
Lo primero que vemos es el frigidarium, una sala grande y rectangular con dos piscinas de agua fría, una cuadrada que llevaba a la natatio (piscina descubierta y de grandes dimensiones) y otra con una exedra frontal.
El rito de las termas era de la siguiente manera: antes de pasar a la sala de agua tibia, se pasaba por el destrictarium, que era una sala de menor tamaño donde los bañistas se rascaban con estrigilos, para después ungirse con aceite antes de entrar en la sala de agua caliente.
A veces, este proceso también se podía hacer en una sala diferente (unctorium). Inmediatamente después, se pasaba al tepidarium, que era la sala donde el agua estaba templada, y de ahí al caldarium o cella soliaris (sala de agua caliente).
Finalmente, después del bañito en el caldarium, los usuarios volvían de nuevo al tepidarium para completar la etapa final que era el enjuague y la del baño frío en el frigidarium.
Sistema de calefacción
Contaba con el praefurnium (sala de horno) que disponía de hornos fabricados con muros de ladrillo colocados en paralelo y ubicados al lado de las salas caldeadas.
Las salas de agua caliente se caldeaban a través de los hipocaustos con el aire caliente que llegaba del horno descrito anteriormente.
Todavía se pueden ver los restos de las letrinas o baños comunes y del vestuario. Las aguas sobrantes de las piscinas y bañeras se canalizaban para facilitar la eliminación de las heces💩.
Playa de Altafulla
Saliendo del yacimiento a escasos metros del mismo, se encuentra la playa de Altafulla, ideal para pasar el resto del día en ella. Además el paseo está lleno de bares para tomarse una cervecita🍻 o almorzar y aprovechar el día.
Didac y yo fuimos a la villa romana por la tarde, así que no pudimos aprovechar el día de playa pero lo hicimos al día siguiente en Cunit 😎.
Arco de Berà
Saliendo de Altafulla en dirección Cunit nos encontramos con el Arco de Berà (carretera nacional N-340 dirección Barcelona y cerca de la villa de Roda de Berà).
Se trata de un arco honorífico romano, construido entre los años 15 y 5 a. c., por orden del patricio Lucio Licinio Sura y dedicado al emperador Augusto.
Los materiales usados para su edificación son sillares calcáreos (opus quadratum) originarios de la cantera de n'Elies, muy cerca de Roda de Berà.
Está decorado con arquivolta, encima de un doble podio y encuadrad con un total de 8 columnas estriadas y terminadas por capiteles de estilo corintio.
Finalmente, el arco mide 10 metros de alto y su radio alrededor de 2,3 metros. La altura total del conjunto es de unos 13 metros.